Al final,
no sos la vara con la que mido al resto,
sino con la que me mido yo.
Afán de demostrar que,
aunque sea,
en algo soy mejor.
A veces me gustaría poder,
como en ese capítulo,
hacer que me saquen de adentro,
como si separaran de mi sangre el metal,
los restos que me quedaron de vos.